No es la primera vez que me sorprendo al descubrir que lo que me hace bien esta muy lejos de aquello que algún día me hizo feliz, muy lejos del pasado, de lo cotidiano, que el daño está en mi misma y que nadie más que yo soy la responsable de ello.
El ser humano es una ironía sin fin, asusta enfrentarnos a cosas nuevas pero no a hacernos daño con lo que ya conocemos!
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